Un peón rural santiagueño pagó una deuda de $ 200 mil con una rastra de su patrón valuada en $ 7 millones

El casero de una estancia llamada “Las Charatas”, en el paraje Malacara, del interior de Santiago del Estero, aprovechó que no había nadie en el predio, para entregar una máquina agrícola que no le pertenecía como pago de una deuda que él había contraído.

El hecho salió a la luz cuando el dueño de la finca descubrió que su rastra de arado había “desaparecido” del campo y nadie sabía explicarle que sucedió. Inmediatamente, efectivos de la División Robos y Hurtos de la Departamental 13, determinaron que dicho rodado se encontraba en un campo ubicado en el paraje Lote 28.

Con una orden judicial solicitada por el fiscal Guillermo Farías, los uniformados se hicieron presentes en el campo en cuestión, propiedad de un hombre de apellido Castillo. Allí le informaron el motivo por el cual estaban presentes. Castillo contó que el rodado, valuado en aproximadamente siete millones de pesos, se lo había “entregado” un joven al que conocía como Mauro Tejeda, cuidador de la estancia damnificada, como  pago de una deuda que el acusado tenía con él.

Allí Castillo contó que en el mes de agosto, Tejeda le pidió un préstamo por 200.000 pesos, manifestando que se los devolvería cuando termine la trilla y con unos trabajos extras que iba a hacer.

Cuando pasó un tiempo prudente, Castillo le pidió a Tejeda que le devolviera el dinero adeudado y allí fue cuando el acusado le manifestó que “arreglarían” con una máquina que tenía para la venta.

Según contó Castillo, el día jueves 28 de septiembre Tejeda lo llamó por teléfono y le manifestó que tenía que retirar rápido la rastra de arado para cobrarse lo que le debía, ya que los dueños de la propiedad donde estaba la rastra habían puesto en venta el campo.

Coordinaron que el día 30 de septiembre Castillo, manejando un tractor de su hermano, iba a llegar a la estancia para sacar la rastra. Situación que sucedió sin ningún problema, según contó el testigo.

Para evitar tener problemas con la Justicia el agricultor entregó la máquina que fue secuestrada por los uniformados y luego devuelta a su propietario. La Fiscalía ordenó, además, que Tejeda fuera aprehendido, por lo que los uniformados se trasladaron hasta una estancia llamada “Tacañitas” donde se encontraba trabajando el acusado, de 29 años, que terminó detenido.

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