Miguelón, el capo narco que vengó a sangre y fuego la muerte de su hermano se queja de cómo lo tratan

“Desde que estoy detenido me tratan como si fuera el ‘Chapo’ Guzmán y soy inocente. Temo por mi vida. En el penal no puedo hacer nada solo y la gente me mira muy mal”, se quejó Miguel “Miguelón” Figueroa, el peligroso narco tucumano al que el martes le dictaron prisión preventiva por seis meses acusado de doble homicidio, causa por la que estuvo prófugo dos años.
Los 10 días que pasó tras las rejas parecen haber afectado al hábil delincuente. En la audiencia se lo notó menos belicoso y hasta, por momentos, se puso a la defensiva. “No me están tratando bien. Tuve un ACV, tengo presión alta y un riñón perforado (se cree que por un balazo). Ayer (por el lunes) me llevaron al hospital Avellaneda. No sé si por el problema renal o porque no me están haciendo los masajes linfáticos que requiero porque hace poco me hice una lipoaspiración”, explicó al momento de declarar. Tras lo cual afirmó, melodramático, que su única adicción es “amar a sus hijos”.
Figueroa está acusado de cometer tres homicidios. Todos relacionados a un cruento plan para vengar el asesinato de su hermano Gonzalo Figueroa, hecho ocurrido el 15 de diciembre de 2020 que originó un verdadero baño de sangre.
El fiscal Ignacio López Bustos investigó el caso. Probó que Alexis “El Sucio” Íñigo (27), uno de los señalados en la causa del doble homicidio, había sido el autor del homicidio. En tanto que identificó a Jimena Fernández (20), pareja de Figueroa que está esperando un hijo suyo. El primero ya fue condenado a prisión perpetua y la joven, que está cumpliendo arresto domiciliario por su condición, está cerca de ser enjuiciada por el mismo caso.
El acusado fue detenido el domingo 18 en una estación de servicio en la capital de Salta. Tres días después fue trasladado en medio de un fuerte operativo de seguridad a la provincia.
El jueves fue sometido a la primera audiencia, por el crimen de Ledesma. El auxiliar Guillermo Di Lella, con instrucciones de López Bustos, lo acusó de homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por el uso de arma de fuego, en calidad de coautor. Solicitó que se le dictara la prisión preventiva por seis meses, planteo que fue aceptado por el juez Alejandro Valeros.
El martes, Figueroa se sentó otra vez en el banquillo de los acusados, pero en esta oportunidad, desde el penal de Villa Urquiza. El auxiliar Miguel Fernández, siguiendo las instrucciones del fiscal Carlos Sale, le imputó el mismo delito y también consiguió que el juez Bernardo L’Erario Babot también le dictara la prisión preventiva por seis meses.
En esta causa, los testigos identificaron a cuatro personas, pero la fiscalía sólo pudo probar que dos estaban involucrados en el doble crimen. Ellos son Figueroa y otra persona que su identidad se mantiene en reserva porque aún está prófugo. Los otros dos mencionados fueron Alexis Íñigo (el mismo que fue condenado por la muerte de Ledesma) y un tal Sotelo, pero fueron descartados al comprobarse que el primero estuvo internado en el Centro de Salud y el otro, detenido en un calabozo de Bolivia.
“Miguelón” también dijo que no había participado en este hecho y que los autores serían otra familia que tiene su mismo apellido y que vienen manteniendo un enfrentamiento con los Almirón.
El acusado también indicó que ese día él había ido a comprar un cajón de pollos para que su familiares hicieran empanadas. El local al que concurrió, según declaró, fue “El Faraón del Pollo”, el negocio de Juan José Piero Pinna, el ex rugbier tucumano que se encuentra detenido por un homicidio registrado en Mar del Plata y que, según confirmaron varias fuentes, podría estar vinculado a grupos narcos.