En tres años se multiplicó la cantidad de familias que dependen de aportes estatales para poder comer

La advertencia de economistas y analistas de que se llega a un fin de año –en medio de una contienda electoral- “en zona de híper” no parece generar la preocupación necesaria.
Y en este contexto, la carrera salarial se vislumbra sumamente injusta: con trabajadores registrados y bajo regímenes paritarias que están logrando empatar a la inflación y con una mitad de trabajadores, autónomos, no asalariados o monotributistas perdiendo 30%, 40% ó 50% de sus ingresos frente a la suba de precios.
El último trabajo tiene un par de datos extras muy preocupantes:
-el 46% de los jefes y jefas de hogar consultados afirmaron no haber podido acceder a los bienes de la canasta básica alimentaria.
-entre los que sí llegan, el 75% dijo que pudo comprar por los recursos que obtiene de la asistencia estatal.
-cerca del 78% de las familias destinas más del 50% de sus ingresos a comprar alimentos.
-Entre octubre de 2020 y octubre de 2023 la cantidad de familias que pudieron acceder a la canasta básica alimentaria cayó de 70,80% a 53,37%.
-Entre los que sí pudieron acceder, la cantidad de familias que tuvieron que recibir ayuda estatal pasó de 51% (octubre de 2020) a 75,8% en octubre de este año.
“Es difícil hablar o comprender el concepto de la indigencia, pero nosotros estamos viendo esto cada vez más. Si alguien gana $250 mil y de ahí tiene que sacar para los gastos del mes, algo de ropa, medicamentos, transporte, gas, luz, es muy difícil que llegue a los $180 mil que demanda comer. Según los datos que recolectamos mes a mes en nuestro Departamento Estadístico la canasta no se está cubriendo, entonces tenemos en la práctica indigencia. Las encuestas cualitativas nuestras son de terror y empeoran mes a mes. Genera mucha impotencia, bronca y dolor la degradación que hay y la violencia de la inflación”, sostiene Germán Romero, director del Centro de Almaceneros.
-Sí, siempre ha ido decayendo, puede haber algún mes puntual con algún aporte nuevo o ayuda social. Lo vimos en este octubre con el impacto del reintegro del 21% del IVA. Ahí vimos un dato importante: el primer mes que más del 50% de las familias encuestadas no llegaban a cubrir la canasta básica alimentaria fue septiembre. Ese mes más de la mitad de la gente no llegó. En octubre ese número bajó, impactó la quita y devolución impositiva.
Pero dentro de los que sí llegan a cubrir la canasta básica alimentaria el 75% lo hace con asistencia estatal. Tres de cuatro llegan con el Estado.
-No incluye ningún tipo de sueldo, jubilación o pensión, es la ayuda social. Principalmente explicada por la asignación por hijo, más la Tarjeta Alimentar que se unificó en un plan. También contemplamos la Tarjeta Social Córdoba que tiene poca incidencia y hay algunos planes que se anexan. La mayor parte es la asignación por hijo.
-Por supuesto, no se trata de una voluntad, es lo que tiene que hacer porque estamos en condiciones históricas de necesidad y de la ayuda social. Imaginemos la catástrofe que sería sin la ayuda social. El problema de ahora es que hoy tenemos laburadores en blanco bajo la línea de pobreza. La canasta total está en $330 mil sin contar alquileres. Y a ese trabajador en blanco no le va a llegar la asistencia del Estado. El 21% del IVA fue para todos, pero la ayuda social no llega a todos, aunque lo necesiten. Es lo que pasa con muchos trabajadores que necesitan pero no están bajo el radar del Estado. Esa pobreza ya la vamos a ver, y se suma a la pobreza estructural.
Y otra cosa importante, no olviden que los planes sociales, la ayuda, se licúa cada 10 días si no se frena la inflación. Empeora mes a mes.