Conderaron a Prefectos acusados de tortura

Este viernes, el Tribunal Oral Criminal Nº 9 dio a conocer el veredicto sobre las responsabilidades de los prefectos Leandro Antúnez, Orlando Benítez, Osvaldo Ertel, Eduardo Sandoval, Yamil Marsilli, Ramón F. Falcón, en las torturas a Iván Navarro y Ezequiel Villanueva Moy, dos jóvenes de La Poderosa que viven en la Villa 21-24. Según el fallo que se conoció desde las 14:30, todos fueron condenados -seguirán en prisión- y se rechazaron todos los pedidos de nulidad de la defensa.

Benítez y Ertel fueron condenados a 10 años y seis meses de prisión por tortura, privación ilegal de la libertad y robo agravado, mientras que los otros tres, a ocho años y seis meses por, tortura, privación ilegal de la libertad y robo agravado.

La querella de La Poderosa y el Cels habían pedido quince años de prisión para los imputados Antúnez, Ertel, Falcón, Benítez y Sandoval, y 12 años para Marsilli. La fiscalía pidió penas de 16 y 18 años.

No bien se conoció el fallo, Iván Navarro y Ezequiel Villanueva Moya se abrazaron, mientras que los manifestantes de la calle celebraron las condenas con cántidos del tipo: “A nuestros pibes no tocan más, Patricia Bulrrich va a tener que renunciar”. La plaza frente a Tribunales estaba llena de jóvenes de la Poderosa con remeras rojas y de dirigentes y referentes políticos, como Nora Cortiñas, de Madres Líneas Fundadora, el diputado Leo Grosso y la abogada Elizabeth Gómez Alcorta.

La audiencia de este viernes comenzó a las 10.30 en el Salón de Derechos Humanos, en la planta baja del Palacio de Justicia, Talcahuano 550. Primero se escucharon las últimas palabras de los imputados y por la tarde, los jueces Fernando Ramírez y Jorge Gettas y la jueza Ana Dieta de Herrero dieron a conocer su veredicto.

El caso

La noche del 24 de septiembre de 2016, Iván y Ezequiel fueron detenidos sin justificación por prefectos en la villa 21-24 de Barracas. “Aquel 24 de septiembre que ojalá termine hoy, nos detuvieron, nos pegaron, nos secuestraron y nos llevaron hasta la vera del Riachuelo, junto a mi amigo Ezequiel, donde nos torturaron de las maneras más perversas. Incluido un simulacro de fusilamiento, un disparo que dio largada a las amenazas, las persecuciones y el desgastante camino judicial que hoy debiera mandar a la cárcel por muchos años a los seis prefectos que nos arruinaron la vida”, relató Iván Navarro en un texto publicado este viernes por la Garganta Poderosa titulado ‘La doctrina torturar’.

““Griten, total nadie los va a reclamar”, nos dijeron antes de hacernos rezar, porque nos iban a matar, creyendo que no teníamos familia, ni amigos, ¡ni tantos vecinos empoderados en esta organización que nos aguanta el corazón! Nunca nos trataron como queremos, ni con un debido proceso, ni como plantas, sino como cosas… Hoy sabrán que tenemos todo eso. Y gargantas, poderosas”, concluyó el joven.

Los prefectos pidieron disculpas

En sus últimas palabras, los condenados, que llegaron detenidos, se mostraron arrepentidos.

El primero en hablar fue Antúnez: “No me considero un torturador. Cometí un grave error, lo reconozco. Me alejé por esto de mi trabajo, de mi familia, la vida que tenía. Tengan consideración. Estoy arrepentido de las acciones que tomé, le pido mil disculpas a las víctimas. Reconozco mi error. Quiero tener la oportunidad de volver a estar con mi familia”, señaló.

Con un discurso similar siguieron Sandoval, Ertell, Falcón y Benitez, mientras que Marsilli eligió no hablar.

Sandoval: “No soy un torturador ni un delincuente”.

Ertell: “Le pido disculpas por le momento que les hicimos pasar (a las víctimas)”.

Falcón: “Me encuentro arrepentido por todo lo que pasaron. Les quiero pedir disculpas a Ivan y Ezequiel. No soy delincuente.

Benitez: “Se cometieron errores. Cualquiera se puede equivocar. Espero que los chicos sepan perdonar”.

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